domingo, 27 de mayo de 2012

Echando la mirada atrás...

No me gusta ponerme sensiblón ni abuelete, simplemene quiero lanzar una reflexión que me viene de forma recurrente al echar la vista atrás y observar mi comportamiento hace unos años, cuando era un trozo de carne impulsivo y sobre hormonado (no os ofendáis, yo era así en mi época en el bosco, no digo que vosotros lo seáis...bueno sí).

Recuerdo multitud de profesores, de incluso antes de llegar al bosco. En 3º de la ESO tuve un profesor en el instituto de Villarrobledo llamado "Octavio cuartero", el profesor se llamaba Octavio Pedrós Padilla. Él suspendía a mucha gente, era duro, pero justo. Recuerdo que gracias a él cuando llegué al Bosco y me tocó con María José (no recuerdo sus apellidos) iba sobradísimo. Hacía comentarios de texto muy bien, y eso hizo que en lengua hasta primero de bachiller me fuera genial. En segundo de bachiller me tocó una profesora (en el bosco) que era muy feminista, un comentario desafortunado hizo que me echara la cruz, me puso un 5, aunque en la pau saqué un 9,5. Recuerdo mi desdén hacia Jesús Carcelén, me caía fatal aquel profesor de mates al que llamábamos "Golum", y la profe de inglés, no recuerdo ni su nombre, pero no la tragaba con sus canciones de los Beatles. La profe de Latín y Griego, no recuerdo su nombre, solo íbamos a clase con ella Carmelo y yo, nos llevábamos a matar con ella, aunque sacásemos buenas notas. Mercedes era profesora de filosofía en primero, creo que durante una época pensó que yo era el que salía con su hija, pero no, era un compañero mío de mi pueblo y con mi apariencia física, que tocaba el saxo, mira tú por donde vaya casualidad, con ella aprendí lógica proposicional (aunque luego se me olvidó). Luego me tocó al capullo de Alberto Cuevas en segundo de bachiller, ese tipo hizo que espabilara un poco, cómo molaba el cabrón. Y por supuesto mi última profesora de Historia, una profesora que pasaba desapercibida, aunque hacía algunos comentarios en clase sobre la actualidad que tenían su aquel, pero en aquel momento no supe verlo, no recuerdo su nombre, pero era amiga de Mercedes.

Os digo todo esto porque, ahora, mirando desde la distancia tengo otras cosas que decir. Sobre aquel profesor del instituto de Villarrobledo, el tal Octavio Pedrós Padilla..., qué gran profesional, me metió en la espina dorsal el  gusto por el teatro, consiguió en plena adolescencia que me gustaran ciertas cosas que pocos aprecian.

María José, jajaja, qué gran profesora, suspendió toda la clase menos yo en 1º de Bachiller, y me daba clases a mí solo, aprendí tanto, tantísimo... Todos mis compañeros la odiaban (hasta cierto punto, conste), pero era porque no supieron ver la gran docente que era. Con la feminazi de 2º de Bachiller (María Jesús creo que se llamaba), bueno, con las feminazis nunca he tragado, ni entonces ni ahora, más por nazis que por feministas.

Con el profesor que más me arrepiento es con Jesús Carcelén. En aquella época yo era un completo imbécil, no supe ver la gran oportunidad de aprender matemáticas cuando me la ofrecía un profesional como era él. Era rígido, tenía sus cosas, sus métodos, pero si tuviera la oportunidad de tener clases con él a día de hoy lo haría, y aprendería todas las matemáticas que en ese momento (tonto de mí) no quise aprender. En sus clases me iba al Bailén a jugar a los dardos y beber cerveza.

Con las profes de inglés, en fin, como profesoras no me recuerdan nada, nada especial, solo que ahora, después de tanto tiempo resulta que me veo con la necesidad de aprender inglés porque sin eso no puedo tener trabajo. Y tuve años y años de oportunidades para aprender, pero de estas cosas te das cuenta ahora, cuando se te ha pasado la gilipollez del pavo, de fumar porros y de perseguir a chicas y explorar eso del sexo y esas historias tan hiper importantes para los adolescentes.

A mi profesora de Latín y Griego que huyó junto con mercedes a un instituto cerca de la estación de tren, le debo una disculpa, la traté de forma injusta. Estaba un poco loca, sí, pero hizo que supiera más latín y griego que la mayoría de alumnos de albacete. Mercedes siempre me cayó bien, aun mantengo un ligero contacto virtual con su hija, una chica que merece mucho la pena conocer.

Alberto Cuevas, en estos momentos probablemente le diría que es un relativista postmoderno de mierda, que no me hable de psicología porque le doy de hostias y demás, que el comunismo es de completos zumbados y demás, pero fue un buen profesor, nos enseñó a aprobar la pau, y entre medias algo de filosofía, lo cual es mucho más de lo que muchos otros profes hacen. Tomó iniciativas, aunque con el tiempo se cansó de ellas (nos dejaste tirados cabrón, esa te la perdonamos solamente porque nos ofreces música con toosoul).

Mi tutora de 2º de Bachiller (¿Pilar se llamaba? No lo sé) era una profesora de historia a la que me arrepiento de no haber prestado más atención. Hacía que la historia fuera no un simple relato lineal, sino un montón de sucesos interconectados que explicaban muy bien cómo funcionamos a nivel global, hacía comentarios sobre las reformas educativas, la economía sumergida, la reforma laboral..., recuerdo que nos dijo que éramos una generación a la que le iba a tocar defender con uñas y dientes los derechos que nuestros padres habían que tenido que sacar a punta de pistola a los cabronazos del gobierno. Qué gran razón tenía, qué de acuerdo estoy con ella, cómo me gustaría ahora hacer algunas preguntas sobre qué piensa sobre esto u aquello.

Sin embargo en aquel momento no supe ver todas estas cosas, solo pensaba en los colegas, en que el postureo adolescente, lo más importante, lo más prioritario, eran otras cosas, otras cosas que de hecho no tenían la más mínima importancia (si habías tenido sexo ya con una chica, si  le caías bien a esta o aquella persona, si te sentías parte del grupo..., todo giraba en torno a gilipolleces varias).

Por eso os digo, aprovechad todas las oportunidades que os dan, porque tan solo hace 4 o 5 años que yo salí del instituto, y ya me arrepiento de algunas cosas (no de todas, muchas cosas me encantaban). Aunque por nada del mundo renunciaría al derecho a equivocarme, sin equivocarme no hubiera aprendido y no podría contaros esto hoy.

Siento el wallpost, pero hoy tenía que recordar algunas cosas y disculparme con algunas personas, era una cita ineludible con mi pasado ;)

5 comentarios:

Athena.Brightness dijo...

Uy, hola. Probablemente... ni os acordéis de mí, pero bueno es igual. Jeje me ha agradado mucho leer este post, de alguna manera también me ha recordado mis años por el Bosco... de los cuales tanto me acuerdo. Sobre todo de aquella frase de ... "ya os acordareis en un futuro no muy lejano de estos años y veréis que no son tan tortuosos como pensáis"... es verdad cambiaría los problemas que salen ahora por los "problemas" de entonces. He estado un tiempo desconectada (circunstancias de la vida) pero me ha agradado ver una actualización reciente por aquí ya que me he dejado caer ya que una prima mía le ha quedado filosofía en segundo de bachillerato y me toca echarle un cable... Así que intentaré rondar por aquí este verano a ver si pongo a funcionar otra vez mis neuronas que han estado apagadas. Un saludo a quién siga por aquí...

The Kaisher dijo...

Me alegra tu vuelta, Athena, espero que nos deleites más a menudo con tu presencia y tus opiniones, y también las de tu prima, si consigues convencerla para que se pase por aquí; quién sabe, quizás hasta le sirva y todo para aprobar Filosofía.

Un beso.

Riddler dijo...

Sinceramente no creo que le ayude mucho esto a aprobar filosofía pero... Bienvenida. A lo del tema solo añadir de manera rápida que yo he dejado justo este mes el instituto y sus casi todos maravillosos profesores y me voy muy apenado. Espero verlos en otra dimensión.

La del medio* dijo...

Camelas, me sobrecoge y a la vez me abruma tu nostalgia...
De cada etapa de la vida cogemos unas cosas, y renunciamos a otras sin ser conscientes de ello. Creo que nunca se puede llegar a coger todo, que al mirar atrás siempre veras que algo has olvidado o se te ha caido por el camino. ¿Qué puedo decir? Buscamos en cada tramo de nuestra vida cosas distintas. En pleno apogeo de la edad del pavo quieres sexo drogas y rock and roll, te lo pide el cuerpo, la cabeza no está lo suficiente formada aún para luchar contra ello, (y de hecho, creo que es mejor así). Luego llegas a la universidad, y tu mente sigue desarrollándose, acorde a tu edad. Con suerte, descubres las maravillas que esconde cada una de las materias de tu carrera (aunque a veces el sistema educativo vigente nos engañe y nos haga que las odiemos). Y te preguntas ¿Por qué no me impregné antes de todos esos conocimientos que pude obtener? Y la respuesta es clara: era otra etapa, buscabas otras cosas. Y en fín, supongo que luego pasarás de nuevo de nivel, y te preguntaras ¿Por qué no hice esto o aquello en la universidad? Y qué más da, otras cosas harías...
Recoge lo que puedas de cada situación, de cada libro, de cada persona, de cada sentimiento que recorra tu interior, de cada droga, hazlo tuyo, revuélcate en ello como se revuelcan los cerdos en el barro y disfrutalo, así cuando mires atrás sabrás que obtuviste de cada cosa tanto como te fue posible obtener.

PD: Hace … 3 años? Que salí del Bosco... Cuando tengo la oportunidad de ir a Albacete sigo quedando con Jesús Carcelén, viernes por la tarde, y disfruto de sus extremos condicionados, absolutos, relativos, diferenciales... y luego hasta me acerca a casa en su 205. Es poco el tiempo que llevo en una ingeniería, pero aún no he conocido profesor como él.

La del medio* dijo...

Camelas, me sobrecoge y a la vez me abruma tu nostalgia...
De cada etapa de la vida cogemos unas cosas, y renunciamos a otras sin ser conscientes de ello. Creo que nunca se puede llegar a coger todo, que al mirar atrás siempre veras que algo has olvidado o se te ha caido por el camino. ¿Qué puedo decir? Buscamos en cada tramo de nuestra vida cosas distintas. En pleno apogeo de la edad del pavo quieres sexo drogas y rock and roll, te lo pide el cuerpo, la cabeza no está lo suficiente formada aún para luchar contra ello, (y de hecho, creo que es mejor así). Luego llegas a la universidad, y tu mente sigue desarrollándose, acorde a tu edad. Con suerte, descubres las maravillas que esconde cada una de las materias de tu carrera (aunque a veces el sistema educativo vigente nos engañe y nos haga que las odiemos). Y te preguntas ¿Por qué no me impregné antes de todos esos conocimientos que pude obtener? Y la respuesta es clara: era otra etapa, buscabas otras cosas. Y en fín, supongo que luego pasarás de nuevo de nivel, y te preguntaras ¿Por qué no hice esto o aquello en la universidad? Y qué más da, otras cosas harías...
Recoge lo que puedas de cada situación, de cada libro, de cada persona, de cada sentimiento que recorra tu interior, de cada droga, hazlo tuyo, revuélcate en ello como se revuelcan los cerdos en el barro y disfrutalo, así cuando mires atrás sabrás que obtuviste de cada cosa tanto como te fue posible obtener.

PD: Hace … 3 años? Que salí del Bosco... Cuando tengo la oportunidad de ir a Albacete sigo quedando con Jesús Carcelén, viernes por la tarde, y disfruto de sus extremos condicionados, absolutos, relativos, diferenciales... y luego hasta me acerca a casa en su 205. Es poco el tiempo que llevo en una ingeniería, pero aún no he conocido profesor como él.