viernes, 22 de octubre de 2010

El mito del dualismo.

Desde Descartes, se ha venido insertando en pensamiento occidental cierto concepto indiosincrásico ya de nuestra sociedad (la europea). Este concepto mantiene que existe una división entre cuerpo, materia, cerebro y "alma", "mente" etc. Debemos recordar que Descartes desarrolla su pensamiento en una época en la que el pensamiento cristiano empapa todo su entorno y por tanto a él mismo. El dualismo cartesiano no es más que una adaptación del pensamiento cristiano a nuevas corrientes como el empirismo típico de los ingleses que venían pisando fuerte.

No hay duda de que aún hoy existe una fuerte concepción del ser humano como una máquina y un fantasma, así lo denominó Gilbert Ryle, "el fantasma en la máquina". En su libro "El concepto de lo mental" se desarrolla una aplastante crítica lógica del error que se comete al partir de una base dualista para desarrollar cualquier razonamiento respecto al ser humano. La cuestión es que mis pensamientos formulados simbólicamente en mi cabeza mediante el lenguaje que he aprnedido, no pertenecen a una realidad física distinta. No son "mi alma", o "mi mente", son el resultado de los procesos de computación de mi cerebro, que no sean observables no significa que pertenezcan a una realidad física diferente.

Pongamos un ejemplo, la gravedad. ¿Alguien es capaz de observarla, de manipularla? No, la gravedad es inobservable, no se puede manipular, es un proceso del cual solo podemos observar los resultados, pero eso no hace que esté en un plano físico diferente a mis células o a una molécula de hidrógeno. En una ocasión un profesor de carácter jesuíta, cuestionó esto exponiendo que la gravedad se puede manipular, de hecho se hace lanzando en picado un avión durante unos...15 segundos aproximadamente, durante ese tiempo se produce una "ingravedad", pero eso no es manipular la gravedad, es simplemente utilizarla para crear un resultado diferente al habitual. Por ejemplo, yo tengo un martillo (la gravedad) y habitualmente clavo clavos con él (camino sin salir flotando), pero un día en lugar de clavar un clavo golpeo una piedra con mi martillo para romperla (lanzo un avión en picado conmigo dentro y veo como empiezo a flotar en la ingravedad) . No he cambiado el cabezal del martillo, no he manipulado el martillo en sentido alguno, sus características son exactamente las mismas, pero lo he utilizado para otra cosa, esto es lo que se hace con la gravedad, se utiliza para esto o aquello, pero no se puede manipular.

El caso es que, este fenómeno está en un mismo plano físico que el resto de fenómenos observables (como la combustión de un trozo de carbón al contacto con una llama). Sin embargo, aún hoy se utilizan expresiones empapadas de cierto dualismo como "leer la mente". No hay forma de leer "la mente" a otra persona, esta expresión se refiere simplemente en que en determinado momento una persona emite una conducta verbal que nosotros íbamos a emitir a su vez, nada más.

Esto hace que nos planteemos, ¿si no tenemos mente, entonces, en qué nos diferenciamos del resto de animales? Pues nuestra diferencia con una animal no es tan grande ya que nosotros somos animales, la diferencia entre un perro y una persona es solo cuestión de grado. Me explico, el perro y la persona utilizan un mismo proceso en sus respectivos cerebros, la computación. La diferencia no radica en que nosotros poseamos "mente" y el perro no, la diferencia radica en que nosotros poseemos un cerebro mucho mayor y unas características físicas (aparato fonador, posición bípeda...etc.) que nos permiten llevar a cabo procesos de computación mucho más complicados que los del perro pero no más complicados porque tengamos algo diferente al perro, es simplemente porque poseemos más base material.

Alguien podría pensar "un elefante tiene el cererbro más grande que nosotros", pero un elefante no tiene tantas circunvoluciones en su cerebro como una persona, además no es bípedo y su aparato fonador no le permite tener un lenguaje articulado.

De momento no somos capaces de explicar cómo hacemos para caminar bípedos, ya que simular esto en un robot implica una cantidad de cálculos vectoriales impresionante, pero lo que sí está muy claro es que no somos DIFERENTES en mayúsculas al resto de animales.
Esta posición es la que mantienen las ciencias naturales, un monismo dualista.

La cuestión es, ¿dónde deja esta conclusión la idea de dualismo y de religión, la idea de "superioridad del ser humano" ?

6 comentarios:

SaraDivinorum dijo...

Pero qué rápido has eliminado el concepto de mente, ¿no?.

Decimos cerebro cuando nos referimos a la estructura física que ocupa, por simplificar, nuestro cráneo.
Hablamos sin embargo de mente cuando nos referimos a todos los procesos que ocurren en el cerebro.

Y sí, es un mismo pero no es volvernos dualistas usar dos palabras para una misma correspondencia física, no negamos eso, simplemente tienen un origen etimológico distinto, tampoco creo que sea la primera vez que ocurre en nuestra lengua. Y no digo yo que no podamos eliminar la palabra mente que a menudo lleva a tantos equívocos sin quedarnos tan anchos.

"¡cómo si te hubiese leído la mente!" sería lo mismo que "¡cómo si te hubiese leído lo que ocurría en tu cerebro!"

Los animales no tendrán personalidad, inteligencia o ningún otro constructo creado para humanos en el mismo grado que nosotros, pero en grado de perro o chimpancé... a lo mejor sí, difícil para un constructo tan polémico como la inteligencia, o como algunos dirían, lo que miden los test de inteligencia, pero probemos con personalidad, si entendiésemos, que no me planteo una forma mejor de entender personalidad, como lo relacionado con todo aquel repertorio conductual consistente y estable, es simple condicionamiento, son patrones de conducta que se repiten. No es igualmente condicionable una rata, que una hormiga, que una paloma, que un humano, pero lo es. Por lo mismo, los perros tendrían mente, sin negar que su cerebro sea menos potente que el nuestro, pero por qué no iba a tener mente.

Y no me refiero a que usemos los mismos procesos, que permíteme corregirte, no es verdad, me refiero a que procesan. Yo diría que lo que nos diferencia, quizás en mayor grado, del resto de los animales es nuestro córtex, o neocórtex si nos gusta llamarlo así.

No es que un perro y yo tengamos el mismo cerebro pero con más superficie, es que yo tengo estructuras en mi cerebro que, o no son comparables, o directamente podemos decir que no son las mismas, y por lo tanto mi mente opera con distintas vías, y si no lo hace con distintas quizás a veces use también algunas que un perro no tiene.

Somos superiores y diferentes.

Benito Camelas dijo...

Gracias por tus precisiones, estoy de acuerdo, solo estoy clarificando qué se debe entender por mente y qué no, no es mi intención eliminar el concepto, solo precisarlo.

Además no niego que un perro no tenga personalidad o inteligencia, solo digo que la forma de computar es la misma en sus neuronas que en las de un ser humano. Y sí, se diferencian en una cuestión de grado, puesto que si sus neuronas funcionan igual que las mías (potencial de acción o no) lo único que cambia es la cantidad y la organización, pero la computación es exactamente la misma. Es cierto que nosotros llevamos a cabo procesos que ellos no, pero es en base a una cantidad de neuronas que ellos no poseen o que poseen en menor cantidad u organizadas de forma diferente.

Vamos que lo que tú precisas son cosas que yo he dado por hechas y con las que estoy de acuerdo.

Benito Camelas dijo...

Ahora que releo, un matiz.

"Leer la mente" no es "leer lo que ocurría en tu cerebro". Porque en términos lógicos un médico no podría leer nada abriendo mi cráneo, y si imaginara una melodía, tampoco podría escucharla en mi cráneo.

Vamos, que en términos lógicos no es correcta esa afirmación.

SaraDivinorum dijo...

Sería una buena puntualización eso de leer si de verdad tu hubieses leído lo que he posteado, no la versión que recuerdas de mi post.

Repito:
"¡cómo si te hubiese leído la mente!" sería lo mismo que "¡cómo si te hubiese leído lo que ocurría en tu cerebro!"

Es una expresión coloquial.

El ejemplo del médico, si un médico abriese mi cráneo vería mi cerebro. Si un neuropsicólogo estudiase mediante técnicas menos invasivas qué ocurre en mi cerebro, a día de hoy es capaz de decir si estoy viendo una imagen, estoy recordando, escuchando, sintiendo... vete tú a saber lo que sería capaz de hacer a día de mañana.

Por último, no se trata de un mayor número de neuronas, se trata de las vías que usan para comunicarse y por última vez, tenemos estructuras cerebrales que un perro no tiene.

Benito Camelas dijo...

Efectivamente, sería capaz de ver si se activa un área u otra y sacar conclusiones, pero no ESCUCHARÍA la música, ni LEERÍA tu mente en sentido alguno. Porque yo no soy coloquial, soy (o al menos lo pretendo) lógico,por tanto, me remito a lo que ya he dicho, esa afirmación en términos lógicos es errónea, si coloquialmente está aceptada, me es indiferente.

Discreo en tú último párrafo, poseemos mayor número de neuronas que el perro, organizadas de otra forma y por tanto con otras estructuras, pero SÍ, parte de las diferencias entre un perro y nosotros se debe al número de neuronas, porque si hiciera un humano con un cerebro organizado de la misma manera pero más pequeño, con menos neuronas, no tendría las mismas capacidades que nosotros.

SaraDivinorum dijo...

Desde luego no me refería a que no fuese importante el número de neuronas entre otros.

Sobre el resto, cuando intentas descontextualizar lo que he dicho y buscarle 18 pies al gato, desde luego que es porque no tienes nada que decir,

y me alegro.