martes, 18 de mayo de 2010

¿Determinismo o libre albedrío?

Desde hace mucho tiempo el hombre (y la mujer) se ha venido preguntando si su vida, está o no predeterminada. Con su "vida" me refiero a todos los sucesos que se dan a lo largo de nuestro ciclo vital desde la primera visión cuando salimos del útero de mamá, hasta el último estertor antes de expirar.

Entonces, ¿somos individuos que toman las decisiones que previamente, de alguna forma, tienen predeterminado cómo van a reaccionar y ante qué van a reaccionar? ¿O no?

Respecto a esto, hay que puntualizar algo. Cada uno puede tener una opinión y fundamentarla en algo, pero ese algo en la que fundamenta su opinión, preferiblemente debe ser una argumentación sólida.

Mi opinión es muy simple, vivimos en un mundo determinista. Con esto me refiero a que, cuando yo me levanto por la mañana y veo la luz, podría lanzarme a bailar encima de la cama con la música a todo volumen, o podría mirar la persiana con pena, rogando que aún queden unas horas para seguir durmiendo. Independientemente de la situación o de mi estado como individuo, esta conducta está predeterminada. Con predeterminada digo que cuando tomo una decisión, no la tomo como podría tomar otra cualquiera, la tomo porque se han dado las condiciones necesarias para que la probabilidad de tomar esa decisión, sea la más alta.

Como veis, aunque mi comportamiento está aparentemente indeterminado (puesto que no soy capaz de citar todas las condiciones necesarias que se dan para que yo tome determinada decisión ante una situación) esta supuesta indeterminación o libertad, no es más que una apariencia producto de mi ignorancia.

Pongamos un ejemplo sencillo.

En una mesa de billar, a las once de la mañana, un individuo que ha cenado, comido y desayunado durante una semana lo mismo. Se ha levantado a la misma hora, se ha ido a la cama a la misma hora y ha hecho exactamente lo mismo. coge un taco de billar de madera de roble y 1,55 cm y ha golpeado una bola A contra una bola B. Esto ha causado un efecto, "la bola B se mueve". Hemos controlado todas las variables posible de ese individuo, podemos asumir que si ese experimento lo llevamos a cabo en las mismas condiciones exactamente (tened en cuenta que las mismas condiciones son EXACTAMENTE las mismas condiciones). Supuesto esto, podemos pensar que la bola A hace que la bola B se mueva siempre de la misma forma, puesto que la ha golpeado con la misma fuerza, en el mismo punto, sobre la misma superficie etc. Pongamos que un día, atornillamos la bola B a la mesa, entonces la bola A la golpea y la bola B no se mueve. Hemos eliminado la relación causal entre dos sucesos "la bola A golpea a la bola B" y "la bola B se mueve". Por tanto , si la hemos eliminado, esta relación causal existía.

Ahora pongamos un ejemplo paralelo. Un día, un profesor está en un despacho con cuatro alumnos. Golpea exactamente en el mismo sitio con la misma fuerza y de la misma forma a los cuatro alumnos. El primero se queda petrificado, el segundo llora, el tercero le dice "te voy a denunciar" y el cuarto le devuelve un puñetazo. Bien, esto aparentemente quiere decir que no existe una relación causal entre el suceso recibir un golpe y un suceso en concreto, puesto que los cuatro alumnos han reaccionado de diferente forma. Sin embargo cada uno de esos alumnos ha hecho lo que ha hecho por una serie de variables de la situación (que era similar para todos) y del individuo (que era distinto en cada caso). El hecho de que cada persona reaccione de forma diferente, solo quiere decir que somos diferentes entre nosotros y haciendo un paralelismo con las bolas, juan es una bola grande y roja, y pepe es una bola pequeñita y negra. Pero además de eso debemos tener en cuenta que juan y pepe, no son bolas inmutables, sino que cambian su forma de pensar y actuar con el tiempo debido a que vivimos en un entorno relativamente inestable, coincidimos con personas diferentes cada día. Lo que nos pasa un día y el siguiente puede ser parecido, pero hay diferencias, y existen grandes diferencias entre el día uno de enero que estoy de fiesta y el día dos que mi padre se muere. En ese caso, probablemente, yo cambie mi actitud ante la vida desde el día 1 de enero al día 3 de forma radical.

Por tanto nuestra determinación es una "determinación indeterminada" ya que es determinada en el momento en que tomamos las decisiones que tomemos. Además somos diferentes entre nosotros y cambiamos constantemente.

Por supuesto, si alguien tiene una opción diferente y argumentada, estaré encantado de leerla.

Un besito =)

miércoles, 5 de mayo de 2010

Toque de atención.

Siempre he venido revindicando que los profesores (en su mayoría) son ineptos en su trabajo, de igual forma los son la mayoría de los alumnos. Culpables son los unos como los otros por dejarse embaucar por cualquier trepa "experto pedagogo" o "psicólogo" que en lo único en lo que es experto es en eso, en trepar a costa del trabajo ajeno. En la línea de esto, os dejo un enlace en el que encontraréis un artículo que en mi opinión resulta alentador.

http://www.elpais.com/articulo/narrativa/libro/ilimitado/elpepuculbab/20071215elpbabnar_8/Tes