sábado, 31 de octubre de 2009

Concepción occidental de la política.

Queríamos resaltar la concepción sobre política que impera en España y en todo occidente. No es que creamos que en oriente sea distinto por su nivel económico o cultural, no, no conocemos la tradición política que existe en oriente. Por eso no podemos decir que sea ni mejor ni peor, simplemente…diferente.

Bien, en occidente lo que hoy conocemos como política, nace de forma clara con Grecia y sus ciudades estados. La democracia directa con un sufragio muy restringido no se parece demasiado a lo que hoy en día se da, pero ahí es donde surgió un orden político y social , donde nació una casta política tal y como hoy la conocemos.

A lo largo de los siglos ha habido sombras y luces en occidente, pero esto no es lo que queremos tratar en este post. No queremos saber cómo (de momento no lo hemos investigado) se ha llegado hasta aquí, pero todos tenemos una idea general de historia y de los principales acontecimientos que han marcado la historia de occidente (la Iglesia católica, su escisión de los protestantes, el descubrimiento de América, la Teoría de la Evolución , la máquina de vapor etc.) Lo que queremos hacer ver es lo que a día de hoy, la concepción de política nos ofrece.

Bien, en nuestra opinión, la política es un servicio social tan necesario como la recogida de basura, la educación, la sanidad etc. Sin embargo en estos otros servicios sociales, no se tiene muy en cuenta las consecuencias del buen o mal trabajo de los trabajadores. Con esto queremos decir, que si un profesor no hace su trabajo de forma correcta (escasa preparación de las clases, falta de profesionalidad y objetividad al hacer su trabajo, malas explicaciones, poca motivación para los alumnos…), no hay un castigo, al igual que si lo hace bien no hay una recompensa. No es que hubiera que regalarle un coche por hacer su trabajo, pero existen los comentarios y acercamientos de los alumnos, por ejemplo. Un barrendero recibe el mismo sueldo si barre bien o mal, y nadie le dice nada. Esto puede ser debido a que su posición inamovible de funcionarios que aprobaron sus oposiciones y la falta de castigos y recompensas, hace que su trabajo no sea bien recompensado o castigado según su calidad.

En cambio, en política, las consecuencias cuentan, y mucho. Esto implica que, cuando un político toma una decisión lo hace teniendo en cuenta, no las consecuencias sobre el país en el que gobierna, sino las consecuencias que desencadenará sobre el electorado. Si un gobernante, un buen gobernante claro, debe tomar una decisión a sabiendas de que perderá votantes, entonces sin más remedio tendrá que ejecutar esa orden y punto. El problema es que la casta política que domina el país en el que vivimos, resulta ser decepcionante en este aspecto, porque no importa el bien de la ciudadanía, no…lo que importa es la permanencia de tu partido y la tuya, por supuesto, en el gobierno. Con esto llego a otro de los grandes problemas de la política occidental y española en concreto. Un profesor debe ser, como ya hemos dicho, objetivo y no debe lanzar en sus clases ningún tipo de proclama o comentario que empuje hacia una ideología concreta al alumnado, debe explicar cómo es el mundo, sin tintes subjetivos y personales, para que el ojo crítico del alumnado (si es que alguien lo tiene hoy en día), decida por sí mismo.

Con este ejemplo dejamos claro que la política está mal conceptualizada, la política no debe mezclarse con las ideologías. Los partidos políticos se empeñan en implantar las leyes que resultan más acordes con su ideología, así por ejemplo un partido de tendencias derechistas y pro-católicas, impondrá la asignatura de religión de forma obligatoria mientras que un partido de tintes ideológicos izquierdistas y antirreligiosos, suprimirá la asignatura de religión. Esto es un disparate, tal y como nosotros lo vemos, debería imponerse la política de la razón no la de la ideología. Los votantes deberían votar a quien crean oportuno sin tener en cuenta ningún tipo de ideología, es decir, deberían existir partidos políticos distintos , pero partidos formados por ciudadanos que desean cubrir un servicio social igual que los ciudadanos que opositan para ser médicos, profesores etc. Así, deberíamos ver a los partidos como meros grupos despojados de toda ideología cuyo único objetivo es gobernar y hacerlo de forma eficaz y rotunda.

Los gobernantes, deberían tomar las decisiones tomando en cuenta qué es lo más adecuado según el momento y el lugar, para la sociedad en su conjunto y no para su partido emponzoñado y embebido de tristes ideologías, cortinas de humo y estupideces fundamentalistas, eso es la política actualmente.

Por ejemplo, para que os hagáis una idea de lo que queremos decir. Debido a sus tendencias socialistas, el Partido Socialista Obrero Español, ha tomado la determinación de que los parados que hayan agotado su subsidio, recibirán durante seis meses más una cantidad que (rogamos a dios), estipulen teniendo en cuenta el nivel de las arcas del estado. Se aprobaron leyes hace tiempo que consistían en entregar 2500 euros por cada nacimiento a la familia en cuestión. Todas estas leyes están en gran medida motivadas por el carácter socialista del partido antes mencionado. Si hubiera un partido político de ideología ultraderechista, se aprobarían leyes de repatriación de inmigrantes, se restringirían los subsidios…etc. Por tanto las antiguas ideologías, ya cutres y carcas de por sí, han degenerado aún más y son el maquillaje que recubre a las cuadrillas de rufianes que pretenden subirse a la chepa de la ciudadanía y sacar tajada. Atención, no criticamos al PSOE ni a ningún partido en especial, esto solo ha sido un ejemplo, para mí (benito camelas) todos están equivocados por igual en este sentido.

Según nuestro planteamiento, si lo más sensato y beneficioso fuera aumentar seis meses el subsidio a los parados o repatriar a los inmigrantes, si eso fuera lo más beneficioso para la sociedad así se haría. Pero jamás se haría motivado por una ideología, por una absurda cortina de humo que tapa las verdaderas intenciones de los gobernantes, mantenerse sobre la montura todo lo que puedan. Si esto le pareciera mal o bien al electorado sería lo de menos, porque si un partido político hiciera esto, aunque sólo fuera uno, probablemente se mantendría en el poder durante mucho tiempo.

Pero, todos toman decisiones escudados por sus supuestas ideologías y cuando las amargas consecuencias de sus errores y malas gestiones salen a flote, van dando bandazos políticos, la oposición acusa al gobierno, el gobierno echa en cara a la oposición la poca colaboración que ofrece y así en un absurdo e ilógico bucle de falta de eficiencia mental y rectitud racional.

Firmado: BENITO CAMELAS

domingo, 4 de octubre de 2009

Autoconcepto

Bien, en este post plantearé una de esas preguntas que cuando tratas de contestar, obtienes unas respuestas que pueden ser peligrosas, peligrosas en el sentido de que te hacen muy pero que muy infeliz, tan infeliz que puedes acabar en un psiquiátrico si les das demasiadas vueltas.

Os plantearé la pregunta que quiero que respondáis: “¿Quién soy yo?”

Con esta me pregunto a mí mismo, vosotros también, os podéis preguntar lo mismo. Bien, ante esta pregunta caben miles de respuestas, pero lo que yo pienso es. Yo soy lo que pienso, mi “mente” . ¿Pero qué es la mente, está en algún sitio? En la sociedad occidental está muy aceptada la idea de que la mente es una especie de hombrecillo o mujercilla que llevamos dentro de nuestra cabeza, que somos nosotros a la vez, que toma decisiones. Creemos ser invulnerables, creemos controlar nuestro entorno, pero lo cierto es que ni somos invulnerables ni podemos controlar nuestro entorno.

Y diréis, “ya, pero yo percibo muy bien que estoy aquí”, eso va en la línea de “Cogito, ergo sum” (pienso, luego existo). Pero ¿estás aquí? ¿Dónde? ¿Cuándo? En el mismo instante en que escribo esto, ese instante ya es pasado. Creemos que somos autónomos, que somos libres, pero decidme ¿quién sois vosotros sin la sociedad? Nada, por ejemplo, cuando entro a mi primera clase, observo como el comportamiento de todos los alumnos es sorprendentemente uniforme. Hacen exactamente lo mismo, y el profesor cuando entra, hace exactamente lo que esperamos que haga, y cualquier salida del guión, aunque sea milimétrica, nos resulta evidente. Por eso creo que somos puntos en la línea de un programa de software. Antes os he dicho que creemos controlar nuestro entorno, pero imaginad esta situación:

De repente viajas en el tiempo 300 años atrás. Y tú, en esta coyuntura entusiásticamente les cuentas a las personas de esa época que ahora hay electricidad, que hay posibilidad de llevar ropa con diferentes estampados (cosa que no apareció hasta el siglo diecinueve) y demás. Entonces ellos, te dirían “enséñanos, aunque sea de forma general a producir estas cosas”. Tú, probablemente, no sabrías explicarles nada de esto, porque para CONTROLAR algo, debes entenderlo y tú no entiendes cómo funciona ni siquiera la maravilla del msn que tan a menudo utilizarás. Es más, probablemente la gente de esa época sepa más que tú de cómo conseguir alimentos, cómo prevenir enfermedades o curarlas, de cómo protegerse…

Tendemos a simplificar mucho el mundo, seguro que cuando salís de casa y llegáis a clase, os habéis cruzado con personas, pero ¿podrías acordaros de alguna de ellas? Yo responderé a vuestra pregunta…no. No podríais, porque esa información que tan nítidamente os ha llegado, ni si quiera os habéis molestada en procesarla, porque no es algo relevante para vosotros, para vuestro autoconcepto. Está demostrado que antes de los 3 años, no recordamos nada, pero ¿los recuerdos que tenemos son reales? Si tuviéramos todos los recuerdos sobre hechos significativos de nuestra vida, probablemente podríamos tener una visión sobre nuestra trayectoria vital mucho más completa de la que tenemos, porque nuestros recuerdos se basan en hechos reales, pero no son reales…son copias subjetivas que nuestra “mente” ha construido para dar coherencia a nuestras acciones.

Aquí es donde el autoconcepto entra a formar parte de la respuesta a “¿quién soy yo?” Cada persona se forma una representación de sí mismo, una representación totalmente errónea, subjetiva y falsa. Sin embargo es una representación que nos ha permitido sobrevivir hasta hoy. No sé si habréis estado alguna vez en un foro, pero en los foros que rulan por Internet, cada persona además de un nick tiene un avatar, estos avatares son imágenes de personajes ficticios que se supone, te gustan, te describen o lo que sea. Pues eso es el autoconcepto, una autorepresentación que nosotros hacemos de nosotros mismos, errónea y desviada.

http://www.youtube.com/watch?v=pQXUPfyeNIA&feature=related

Y sin embargo todas estas mentiras son las que nos hacen mantener la ilusión, la ilusión de que aprobaremos todas nuestras asignaturas a pesar de que las estadísticas están en nuestra contra, pero si tuviéramos datos objetivos en cuenta como los que narra el vídeo, esa ilusión que os decía, la perderíamos, acabaríamos perdiendo algo más que la ilusión por los exámenes, perderíamos la ilusión por vivir. Esto es en definitiva otro enfoque de “ganas de vivir”.

Benito